27 de junio de 2005

PARANOIAS DE UN SER ANTISOCIAL (RELOADED II)

Parece que esta vez no aguantaré tanto como otras, creo que tengo demasiadas cosas que sacar aun, otro de los problemillas que nos encontramos es como influye la educación recibida en nosotros, como, sin querer y con la mejor intención nuestros padres influyen en el resto de nuestra vida, el otro día sin más descubrí el porque de mi baja autoestima hasta las 32 primaveras, edad en la que decidí revelarme contra eso, y empecé realmente a quererme a mi mismo tal y como soy, creo que es uno de los puntos de partida del inicio en la búsqueda de mi mismo, problemas que empiezan en la temprana edad de 3 años y que evidentemente no les damos la importancia que tienen hasta que llegamos al origen de dicho problema, influencias con las que podemos o no luchar, podemos o no romper hasta que nos damos cuenta de que existen y de donde y quien provienen, tabús, traumas, formas de querer, de entender la vida, de encerrarnos en nosotros mismos, irrealidades creadas por factores externos que alimentadas durante toda nuestra vida nos convierten en lo que somos, son esos llamados fantasmas que arrastramos, son esas adicciones que por costumbre hemos adoptado. Solucionarlo es como el dejar cualquier otro vicio, como dejar de fumar diría yo, es difícil parece casi imposible, somos adictos a esas actitudes o formas de ser que tanto joden nuestras vidas, y no somos más que nosotros mismos, lo que nos hemos creído, las influencias recibidas, aquello que nos ha convertido en lo que somos, creo que el hallar su origen es la base desde la cual podemos empezar a trabajar en nosotros mismos, y a partir de ahí decidir lo que realmente queremos. Poder solucionar esas cosas, que al principio pueden parecer insignificantes o carecer de importancia y que tenemos asumidas como parte de nosotros, hacen que nos ayude a encontrarnos más a nosotros mismos a ese yo que llevamos dentro que lucha por salir fuera con uñas y dientes. Pero atentos, que aunque hallemos esos vicios no significa que hayamos solucionado la adicción, para nada, siguen ahí, el que es fumador lo es toda la vida, de él depende el volver a encender un cigarrillo o no y eso es una lucha interna con la que tendrá que vivir toda su vida. Con la educación emocional ocurre lo mismo somos adictos a unas formas de hacer y actuar, a unos vicios creados durante el transcurso de nuestras vidas, y el decidir cambiar una actitud o forma de ser no significa que ya la hayamos cambiado, siempre tendremos esa adicción, y aunque no queramos siempre podemos volver a caer en ella, dependerá de nosotros que en cuando veamos que eso puede ocurrir pongamos las alertas necesarias para saber decir ¡NO!, aunque me hice así ya no deseo más ser así.

No se si me he expresado con la suficiente claridad

Seguiré escribiendo, aun queda mucho por sacar.

Sed malos que es más divertido.

PARANOYAS DE UN SER ANTISOCIAL (RELOADED)

¿Como empezar de nuevo? La verdad es que ni lo se, no se por donde empezar, quizás porque me he dado cuenta de cuan frágiles son nuestras convicciones, de cómo se puede repetir la historia, de cómo nos podemos autodestruir de nuevo, de cómo podemos llegar a anularnos y convertirnos en todo aquello que despreciamos y no queremos de nosotros mismos, aunque lo más difícil es aceptar que somos así, de que ya nos ha pasado otras veces en otras situaciones similares o totalmente diferentes, de que ya hemos andado un camino parecido, de que nuestro puzzle construido se ha roto de nuevo y hemos de reconstruirlo, aunque cada vez es más fácil hacerlo no deja de jodernos el hecho de que nos vuelva a ocurrir a pesar de todo tiene sus ventajas ya que encontramos nuevas piezas que amplían más dicho puzzle. Quizás es que nuestra ceguera estaba en la falsa ilusión de haber abierto los ojos, cuando de repente viene alguien y te enseña de cuan fácil es volver a cerrarlos, esa lección queridos amigos es una lección que se cobra un alto precio, aunque después con la perspectiva nos damos cuenta de cuan necesario era recibir dicha lección, para poner las alertas necesarias para que eso no nos vuelva a ocurrir. Si amigos si, he dicho alertas, protecciones, o como queráis llamarlo, pero esta vez no son protecciones hacia los demás, son hacia nosotros mismos, pues no hay peor traidor que nosotros mismos y nuestra inconsciencia sobre lo frágiles que somos, de lo capaces que somos de dañarnos, de perder lo que más queremos por el simple miedo a perderlo, de perdernos a nosotros mismos pues eso no nos da miedo ya que es a lo que estamos acostumbrados, es lo que hemos mamado desde pequeños, y eso no nos asusta y debería de aterrorizarnos pues no hay nada peor que la anulación de uno mismo por miedo. ¿Cómo somos capaces de hacernos algo así y además podamos justificarlo con nuestra falta de conocimiento sobre ese hecho? No lo se, no se cómo somos capaces de algo así pero cada uno a su manera todos lo hacemos. No sabéis la hostia que me he dado cuando después de más de un año sin escribir en este blog de repente lo he releído, si yo era así ¿Que narices he hecho conmigo mismo? ¿Dónde está la persona que escribió lo que hace un año escribí? Y lo pensaba así y lo sigo pensando, pero ¿Cómo he sido capaz de olvidarlo con tanta facilidad? Sinceramente intento ver lo que me ha pasado y ni yo mismo soy capaz de reconocerme, supongo que podría justificároslo de mil maneras distintas pero el problema es como explicármelo a mi mismo todo y teniendo en cuenta que lo que escribí hace un año es total y absolutamente cierto y que sigo pensándolo así. Complejo pero cierto como la vida misma. Lo importante de esto es aprender que por mucho que creamos que hemos abierto los ojos siempre puede haber algo o alguien que nos haga cerrarlos de nuevo para enseñarnos que hay que estar alerta y no debemos de confiarnos nunca, que no podemos confiar en nosotros mismos, que muchas veces nosotros mismos somos nuestro peor enemigo al mismo tiempo de nuestro mejor amigo, difícil de concebir pero es así. ¿Cómo nos protegemos de nosotros mismos? Creo que hay una serie de resortes emocionales que nos hacen volver a esa espiral autodestructiva inconscientemente, hay que poner las alertas necesarias para que eso no ocurra, establecer y conocer bien cuales son los motivos que nos pueden llevar donde no deseamos ir, saber bien donde vamos y que queremos, detectar cuales son dichos resortes y ponerles las alertas necesarias. Creo que una cosa es lo que somos y otra muy distinta lo que queremos ser, hay que aprender a vivir con lo que somos para algún día llegar a ser lo que queremos ser, aprender a pulir lo que consideramos nuestros defectos a trabajar con ellos para algún día llegar donde queremos llegar con nosotros mismos.

Por hoy hay bastante, que ya ha sido bastante difícil recomenzar a escribir aquí, os prometo continuar escribiendo.

Sed malos que es más divertido.