8 de julio de 2005

PARANOYAS DE UN SER ANTISOCIAL (RELOADED IV)

Bueno vamos a ver por donde seguimos, ya entramos en las emociones, deu ni do la vomitada de la última entrada. Seguiremos por la parte de los celos, hasta la fecha jamás había entendido que los celos emocionales eran tanto o mas perjudiciales que los físicos, a ver como lo explico para que lo entendáis.

Por un lado están los sentimientos hacia alguien, amigo familiar o pareja, y por otro lo que el egoísmo, la inseguridad, el miedo nos lleva a sentir, ¿miedo a que? Egoísmo ¿por qué?, ¿inseguridad? Siempre, no somos propiedad privada de nadie y nadie es nuestro aunque queramos que lo sea, tiene su propio criterio y sus propias decisiones, no tenemos derecho a nada de nadie, no tenemos derecho a exigir, siquiera a pedir, aunque sin querer por nuestro miedo lo hacemos, cosa que a la corta o a la larga acaba alejando a esa persona pues podemos llegar al punto de hartar, es pánico, si, es miedo, totalmente, miedo a perder aquello que creemos nuestro o de nuestro derecho y que en realidad no lo es, es puro celo, es incontrolable, es impulsivo, visceral, nos sobrepasa.

Por mucho que demos a las personas que nos rodean, por mucho que les entreguemos amor, amistad, cariño, comprensión, dichas personas que nos rodean no tienen la obligación de correspondernos, de sentir como nosotros, de ser como esperamos que sean, tienen derecho a ser ellos mismos, a decidir por si mismos, a sentir como quieran sentir, a querernos como quieran querernos, a ser como quieran ser, a su libertad de elección, al igual que nosotros tenemos esos mismos derechos, volvemos a lo de dar sin esperar recibir nada a cambio, aunque me he dado cuenta que la teoría está muy bien, y que en según que casos es totalmente factible de aplicar, pero en según que otros es imposible (al menos para mi hoy por hoy). En cierto modo todos esperamos recibir algo a cambio por lo que damos, inconscientemente pero lo hacemos, y cuando no lo recibimos esa persona nos defrauda y tarde o temprano la apartamos de nuestro lado, ya que no obtenemos lo que esperamos de ella. Es egoísmo, 100%, queremos a la gente como y cuando nos conviene, esa es la realidad, así es como funcionamos, y si nos auto analizamos un poco, nos daremos cuenta de que es como digo, ya se que diréis, “nooooooooooo eso que escribes no va conmigo”, pero si hacemos análisis de conciencia nos daremos cuenta de que actuamos así de una forma u otra, en una ocasión u otra, y sobretodo lo más importante es con quien lo hacemos. Normalmente lo hacemos con aquellas personas que realmente nos importan, a las que realmente queremos, a las que nos damos supuestamente incondicionalmente y somos totalmente capaces de darnos cuenta de cuando nos lo hacen y enfadarnos por ello, pero totalmente incapaces de darnos cuenta de cuando lo hacemos y para remate no entendemos que se enfaden por ello.
Frase típica: “Es que yo me doy al 100% con la persona amada” pero ay de nosotros si la supuesta persona amada no nos da lo que esperamos recibir, ay de nosotros si aunque nos den el 100% de lo que nos quieren dar no sea lo que queremos recibir, ¿Dónde está la incondicionalidad? ¿Dónde está aquello de me doy sin esperar a cambio?. La verdad es que la teoría está muy bien pero a la práctica es muy, pero que muy distinto. Siempre he dicho que por poco que te den bien recibido sea, que si no esperamos nada a cambio ese poco que pensamos que es poco, y quizás para la otra persona sea todo, lo recibiremos en su justa mesura, aunque sinceramente si me miro al espejo, una cosa es como se debe de ser y otra muy distinta el como actúo con según que personas, ¿Por qué hago esto? Ni idea, pero lo cierto es que no soy capaz de controlarlo aun, estoy en ello, pero hasta la fecha incapaz absolutamente, me lo he demostrado a mi mismo, y eso jode de narices.

Otro de los problemas es cuando queremos dar algo a alguien y la otra persona no quiere recibirlo, o no lo recibe como nosotros queremos dárselo, ese es un problema más grave aun que el anteriormente planteado, ya que por mucho que nos esforcemos en hacérselo entender, la otra persona se ciega en su única y verdadera percepción de las cosas, está en su pleno derecho pero no deja de hacerse una paja mental y de distorsionar la realidad ¿Cómo se lo hacemos entender? ¿Cómo hacemos entender a esa persona que le estamos dispuestos a dar aquello que pide a gritos o que pensamos que lo pide inconscientemente? Quizás es que no quiera recibirlo de nosotros, quizás esa sea la respuesta válida, con lo que eso nos da a ver que no servimos para todo el mundo igual, que no todo el mundo nos sirve para lo mismo, que somos nosotros mismos quien decidimos quien nos sirve como y de que manera, y si la otra persona coincide perfecto y si no se crea el conflicto y la decepción.

Como siempre no se si me he explicado con claridad.

Sed malos que es más divertido, o no, ya empiezo a tener mis dudas.

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