3 de julio de 2005

PARANOYAS DE UN SER ANTISOCIAL (RELOADED III)

Esto si que va a ser complicado de narices, ya que entramos en materia dura, los sentimientos, cada cual tiene su forma de expresarlos, cada cual su forma de entenderlos, ya estoy harto de cómo me enseñaron a querer, de cómo incontroladamente hago daño a aquellos que mas quiero y por consiguiente a mi mismo, ya estoy harto de querer y no ser correspondido, claro está por quien quiero ser correspondido, egoísmo, si por supuesto, el puto egoísmo de las narices que me hace sin querer hacer y hacerme daño hasta el punto de autodestruirme, que me hace pedir aquello que quizás en ese momento no me quieren dar y que necesito como el aire que respiro hasta el punto de llegar a herir a las personas que quiero y asimismo dañarme a mi mismo, yo que creía haber controlado algo así, que tenía más que asumido, me veo como un burdo reflejo de todo aquello en lo que no creo, de todo aquello que se que no debe de ser así, no podéis llegar a imaginaros lo mal que eso me hace sentirme a mi mismo ya que es harto difícil controlar los sentimientos y las emociones, hasta el punto de destruir todo lo que hemos construido, incluso reconstruido, y volver a caer una y tras otra vez en lo mismo, otro de los problemas es que no se callarme lo que siento, que necesito expresarlo de alguna manera, y evidentemente dependiendo de cómo me encuentro pues cagada la hemos, al mismo tiempo que necesito vomitar lo que llevo dentro, lo hago de la peor manera posible lo que conlleva que el resultado sea el peor posible ¿Cómo solucionar algo así?, pues sinceramente no lo se, me gustaría tener esa varita mágica que quitase eso que no quiero para mi, pero que he mamado desde que nací, que me han gravado a fuego que me puede convertir en el ser más destructivo que conozco cuando estoy mal, y todos tenemos altibajos, y ya se también que eso no lo justifica, que no es posible arreglar algo que viene de tan lejos que ni se sabe donde encontrarlo, que el resorte que activa esa forma de actuar es tan sumamente lejano que ni sabemos donde encontrar el resorte que nos hace actuar así, hay resortes más fáciles de encontrar, pero desde luego hay otros que vienen de tan lejos que no sabemos ni por donde empezar. Me gustaría volver a saber querer y amar incondicionalmente, pero creo que eso aunque queramos es prácticamente imposible, es harto difícil dar sin recibir lo que queremos recibir cuando necesitamos precisamente recibirlo, y aunque nadie tiene la obligación de dárnoslo, y aunque nadie tiene la obligación de reaccionar como nosotros lo haríamos no deja de doler el pensar que no eres correspondido y eso me irrita de tal forma que me sobrepasa, y se positivamente que no es la posición más acertada, pero me puede en desmesura, ya que pienso que si quiero a alguien sea de la forma que sea y me pide afecto le daré al 100% el afecto que me está pidiendo ya que yo me sentiría que le estoy fallando a esa persona, pero esa es mi forma de querer y no puedo pretender que los demás me quieran de la misma manera ya que cada uno hemos aprendido a querer de una forma distinta. Vaya empanada, es difícil de narices explicarlo sin siquiera entenderlo yo mismo. Aquí estoy reflejando mi forma de querer, egoísta, totalmente interesada, diciéndome a mi mismo que doy esperando recibir a cambio cuando yo lo necesite ya que aun no he logrado dejar de reaccionar así, ya que aun sigo sintiendo y reaccionando así. Es muy bonito darse y recibir cuando otra persona necesita darse y recibir de ti, eso es precioso y llena un montón, pero es muy duro querer dar y recibir y que no puedan o quieran hacerlo cuando piensas que pueden hacerlo, y quizás esa persona no pueda dar en ese momento por los motivos que sea, y en vez de entenderlo y aceptarlo mi egoísmo me hace irritarme de tal forma que puedo llegar a dañar a la otra persona de una forma desmesurada, si esto me lo cuenta alguien yo mismo le diría que no tiene ni puñetera idea de querer a la gente que dice querer. Después se añaden asimismo las consecuencias de dicho daño, que como bien me ha hecho ver alguien a quien quiero en desmesura que las consecuencias de la ira son siempre mucho peores que las causas que lo provocan, no es una frase suya, pero es acertada de narices, lo jodido del caso es que una vez que te das cuenta del daño ocasionado quisieras arreglarlo de la forma que fuese posible, darías lo que fuera por poder borrar ese daño, pero eso ya es imposible, cierto es que muchas veces deberíamos contar hasta 1.000.000 pero todos sabemos que eso es imposible, que por mucho que queramos ese daño ya está realizado y que ha de cicatrizarse, que ya jamás volverá a ser lo mismo, que muy probablemente esa persona no pueda perdonarnos, esa persona a la que tanto queremos, esa persona por la que darías lo impensable, por la que has llegado hasta perderte a ti mismo, por la que el miedo a perderla te hace perderla más y más, es complejo pero cierto, dicen que siempre se hace daño a quien menos se lo merece y a quien menos queremos hacer daño, pero lo hacemos, inconscientemente y eso solo nos lleva a hacernos daño a nosotros mismos, ¿Tan poco nos queremos a nosotros mismos que provocamos hacer daño a aquellos que el perderlos nos puede herir el alma de tal forma de sentirte morir por dentro? Eso no es más que una forma más rebuscada de autodestrucción, no hace falta machacarnos a nosotros mismos, cuando logramos eso lo sustituimos por destruir aquello que mas queremos ya que a nosotros mismos no podemos destruirnos obteniendo como resultado el mismo que si nos clavásemos un puñal a nosotros mismos y directo al corazón.

Nadie nos ha enseñado a querer y muchas veces lo hacemos lo peor que sabemos y una vez hayamos aprendido a querernos a nosotros mismos hemos de aprender a querer a los demás.

Por hoy ya hay bastante seguiré.

Sed malos que es más divertido.


P.D.: Lo siento, espero sepas perdonarme algún día y nuestra amistad si aun la ves posible sea aquello que los dos deseamos.

No hay comentarios: